UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS
Universidad del Perú Decana de América
Tipo de evento: Coloquio
1) Nombre: Redefiniendo la corrupción de la ontología a la ética
2) Sumilla o descripción del proyecto
El coloquio pretende examinar críticamente las definiciones comunes sobre la corrupción y su positivización en los sistemas legales que básicamente la circunscriben a prácticas relacionadas con el sector público. Esto contradice una creencia del sentido común: por ejemplo, los sobornos se pueden dar en el deporte, entre empresarios, etc., es decir, en la vida social amplia. Por tanto, es necesario comprender la corrupción más allá de lo público para diseñar mejores estrategias de lucha contra ella. Un análisis filosófico de la corrupción contribuye en esta tarea.
Los filósofos griegos propusieron una tesis metafísico-ontológica: todo está sujeto a la corrupción (phthora), entendida como degeneración o desgaste. Algunos de ellos aplicaron esa tesis a la convivencia, las leyes, los sistemas de gobierno, etc. De este modo, las realidades sociales están sujetas también a la corrupción. Algunos pensadores modernos y contemporáneos mantienen ese razonamiento. A partir de estos trabajos filosóficos se propone una comprensión amplia de la corrupción que incluye toda la vida social. El primero paso es definir una ontología de la corrupción desde un enfoque pragmatista (contrario al esencialista griego). Luego, se derivan tres ideas prácticas: la corrupción del sector público está vinculada a la amplia vida social que también debe ser atendida, la lucha en su contra es un proceso constante dado que es parte de la “naturaleza social” y, finalmente, los mecanismos para enfrentarla (como cualquier otra creación humana) están sujetos a su propio desgaste por lo que también deben protegerse
3) Objetivos
Examinar las definiciones contemporáneas de la corrupción en contraste con definiciones de la tradición filosófica
Determinar posibles reconceptualizaciones de la corrupción que posibiliten mejores estrategias de lucha contra esta
4) Justificación
La corrupción es una de las principales problemáticas sociales. Su definición estrecha, que la liga sobre todo a instancias del y acciones en el aparato público no comprende el fenómeno en su real magnitud. Deja desatendidas muchas formas de corrupción externas al mundo de lo público y que, sin embargo, afectan a este último.
Los griegos entendieron la corrupción como un fenómeno amplio e inherente a todo lo existente –con excepción de los dioses, sustancias divinas, y semejantes. Pthora fue uno de los términos que utilizaron para analizar este fenómeno (Vergara 2021). Para algunos filósofos griegos, todos los entes están sujetos a la inexorable corrupción entendida como desgaste o perversión. Una manzana o una flor se corrompen, es decir, se pudren, deterioran o degeneran. Ese enfoque sobre la corrupción es metafísico u ontológico antes que ético o normativo. Platón (1992) y Aristóteles (1987) siguieron y profundizaron ese mismo enfoque, pero fueron más allá: extrajeron sus consecuencias para la política. Así en la República y en la Política, Platón y Aristóteles destacaron que el mismo proceso de decadencia envuelve a los regímenes políticos. Estos tienden a su corrupción, entendida siempre como desgaste. Por un lado, en la República, Platón (1981) organiza los modelos de estado desde el mejor, la aristocracia, hasta el peor, la tiranía, siendo este último el más corrupto. Por otro lado, en la Política, Aristóteles (1988) analiza los modelos de estado y los presenta en tres pares de opuestos: la monarquía versus la tiranía, la aristocracia versus la oligarquía, la república –politeia– versus la democracia. En cada par, opone la versión correcta a la corrupta. Así, por ejemplo, la monarquía y la tiranía se asemejan en tanto que ambos consisten en el gobierno de una sola persona, pero se diferencian en tanto el monarca busca el bien común y el tirano el personal. Por eso, la tiranía es la corrupción de la monarquía, o el cómo una sola persona deja de interesarse por el bien de la población y se concentra en su propio beneficio. Lo mismo sucede con los otros dos pares.
Sin retomar explícitamente los clásicos griegos, en la obra de Maquiavelo, particularmente en los Discursos (2010), se encuentran pistas de aplicaciones prácticas de la amplia definición metafísico-ontológica de la corrupción. Siendo un perspicaz observador de la naturaleza humana y los acontecimientos de su época, y un gran conocedor de la historia romana, Maquiavelo nota que la realidad social, particularmente la convivencia política, tiende a la corrupción (Shumer 1979; Viroli 1998). Por ejemplo, sentencia: “un mal ciudadano no puede causar daño a una república que no esté corrompida” (2010:539). Si una mala persona puede dañar el Estado o la sociedad, esto es posible solo porque estos ya están corrompidos. De modo semejante, Adam Smith (1997, 1997) se interesó tanto por las relaciones entre el comercio y la corrupción del Estado como el afán de lucro y la corrupción del carácter moral de los individuos (Tegos 2013).
En esa línea, ampliar la definición de la corrupción contribuye a la lucha en su contra. Al menos tres ideas prácticas se derivan de la tesis metafísico-ontológica, que sostiene que todo está sujeto a la perversión o desgaste. Primero, si el sistema democrático, sus instituciones, las personas, en una palabra, todo, tiende a su deterioro, la lucha contra este será permanente. El combate o ralentización de la corrupción se debe concebir como un proceso perpetuo, donde puede haber hitos, pero no falsos triunfalismos. Segundo, los propios mecanismos que se emplean en esta lucha, sean estos leyes o sistemas de control, están también sujetos a su propio desgaste. Por tanto, aunque suene paradójico, se requiere que luchar contra la corrupción de los mecanismos anticorrupción. Tercero, combatir la corrupción en el sector público supone también ocuparse de la corrupción social o aquella de los ámbitos privados dado que lo público y lo privado forman parte de ese todo que en conjunto se degenera. Si bien parece analítica o nominalmente posible fijar la atención en una parte de la sociedad, como el sector público, se sabe que el entramado social es complejo y amplio; por tanto, la corrupción fuera de esta esfera influye también allí.
5) Temas:
· Corrupción en la historia de la filosofía
· Corrupción como categoría metafísico-ontológica
· Corrupción como categoría ética-política
· Aplicación de la filosofía para pensar el combate de la corrupción
6) Cronograma de actividades del proyecto (ESPECIFICAR):
Lunes 21/04/2025
Hora | Ponente | Tema |
11.00-11.30 | Inauguración | |
11.30-12.30 | Franklin Ibáñez (UNMSM) | Una ontología social democrática para enfrentar la corrupción |
12.30-13.30 | Martín Villanueva (UNIFE) | La lucha contra la corrupción en el Perú |
13.30-14.30 | P A U S A | |
14.30-15.00 | Mishell Trinidad | El concepto de φθορά en la tradición griega: análisis filológico y filosófico |
15.00-16.00 | Oscar Yangalí (FTPCL) | Naturaleza de la corrupción en la Edad Media: la relación entre poder y bien común |
16.00-16.30 | P A U S A | |
16.30-17.15 | Dino Hinostroza (UARM) | Epistemología de la corrupción |
17.15-18.00 | Martín Valdez (PUCP) | El origen del Estado, el origen de la corrupción |
Martes 22/04/2025
Hora | Ponente | Tema |
11.00-12.00 | Katherine Mansilla (UNMSM) | Más allá del mito “el cáncer de la corrupción”. Herramientas fenomenológicas para pensar la corrupción política |
12.00-13.20 | Camila Vergara (Essex University) | Corrupción sistémica, oligarquía y la ética plebeya |
13.30-14.30 | P A U S A | |
14.30-15.00 | Piero Angulo (UNMSM) | La nostalgia en Roma: sentido y metáfora de la “corrutione” en dos obras de Maquiavelo |
15.00-15.30 | Linda Velásquez (UNMSM) | Corrupción y mercado: una lectura económica y ética desde Adam Smith |
15.30-16.00 | Anghela Alvarez (UNMSM) | El problema de la corrupción bajo la mirada liberal |
16.00-16.30 | PAUSA | |
16.30-18.00 | Álvaro Revolledo (UNMSM) Giancarlo Garcés (U Lima) | Corrupción sistémica y cambio ontológico |
7) Descripción de los ODS relacionados al proyecto
OSD 16: paz, justicia e instituciones sólidas
8) Impacto esperado del proyecto
Con esta investigación se busca una definición más amplia de la corrupción: concebirla como un proceso inherente a cualquier institución social –no solo pública– y al carácter personal. De allí se pueden inspirar otro tipo de estrategias para lucha contra aquella. Primero, algunas estrategias en el ámbito peruano se concentran exclusivamente en el sector público. Pero ¿qué sucede en asociaciones deportivas, educativas, iglesias, empresas, entre otras? ¿Allí no hay corrupción? Claro que sí, aun cuando estas no tengan relación directa con lo que la jurisprudencia suele considerar delitos de corrupción. Por ejemplo, los delitos de soborno o cohecho, activo o pasivo, propio o impropio, local o internacional, en el código penal peruano requieren que intervenga –como sujeto activo o pasivo– un servidor público. Pero los sobornos que se dan sin la participación de funcionarios públicos como tales en otras áreas de la vida social, como las citadas, normalizan las prebendas en el intercambio interpersonal y corrompen el carácter de los involucrados. Por ello también tienen que atenderse. Segundo, las leyes, mecanismos de control y otros que se implementan para detener o ralentizar los procesos de corrupción sufren su propia degeneración en el tiempo. Estos deben revisarse periódicamente en vez de sacralizarse. Por ejemplo, un sistema para la elección de jueces que fue bueno en su momento puede dejar de serlo en el tiempo. En una época donde la garantía de justicia reposaba en las cualidades morales del juez, las pruebas para los candidatos a magistrados podían medir sobre todo dichas cualidades; en cambio, en una época donde tal garantía depende más bien del conocimiento jurídico del candidato, se requiere otro tipo de pruebas, unas más técnicas. Tercero, si la corrupción es un fenómeno amplio y permanente, es necesario un esfuerzo consciente y constante, en lugar de vanos triunfalismos que gobernantes o líderes de turno exhiben como grandes logros.
9) Dirigido a:
Público en general interesado en conceptualizar la corrupción y sus aplicaciones prácticas
Comunidad académica filosófica interesada en profundizar nociones históricas y aplicadas de la corrupción
10) Duración (horas):
12 horas
11) Horario-Frecuencia:
Lunes 21 abril 11am 18pm
Martes 22 abril 11am 18pm
12) Fecha inicio: Lunes 21 de abril
13) Fecha fin: Martes 22 de abril
14) Modalidad: Híbrida
15) Asistencia: Ingreso libre (Gratuito)
16) Constancia: Para quienes asistan al menos a 10 horas y al finalizar el evento paguen la emisión (20 soles)
17) Ambiente: Auditorio principal FLCH
18) Correo y número telefónico del responsable: fibanezb@unmsm.edu.pe
19) Correo electrónico para informes del evento por parte de los Inscritos:
20) ¿Solicita la presencia de la directora de CERSEU en la apertura y/o clausura de la actividad? Indique día y hora
Sería excelente si pudiera brindar un breve saludo el día 21 de abril a las 11.15
Franklin Ibañez
Filósofo. Doctor por la Pontificia Università Gregoriana (Roma - Italia) y Magister por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Estudios de pregrado en la Escuela Antonio Ruiz de Montoya. Actualmente profesor en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Realizó una estancia postdoctoral en el CSIC (Madrid). Es autor de los libros El (ab)uso de la ética (2024), Pensar la justicia social hoy (2014) y Globalización, justicia y pobreza (2015); y coautor de Los números de la felicidad en dos Perúes (Lima 2021) y Los números de los valores en dos Perúes (Lima 2022); además de diversos artículos en revistas académicas. Ha obtenido el Premio de Investigación en Ética por la Università Gregoriana (2014) y el Premio de Investigación de Posgrado por la Pontificia Universidad Católica del Perú (2009), además de otros reconocimientos en investigación, docencia y responsabilidad social universitaria. Ha sido miembro del Tribunal de Ética del Consejo de la Prensa Peruana